Para los amantes del cuidado de la piel, de un tiempo para acá el Sérum facial se ha convertido en tendencia, pero aún, muchas mujeres se preguntan qué es, para qué sirve y cuándo hay que utilizarlo, aquí resolveremos estos interrogantes para manejar este producto correctamente.
El Sérum facial es un producto cosmético que complementa las propiedades de la crema hidratante, este tiene mayor concentración de principios activos y se debe aplicar una o dos veces al día, preferiblemente por la noche, pues actúa en capas profundas de la piel, además no cuenta con protección solar, por lo que nuestra piel no tendría la protección adecuada si lo utilizamos por la mañana.
La textura de un Serúm facial suele ser ligera y fluida, contiene ingredientes activos altamente concentrados que no aportan grasa, logrando así una penetración profunda que le aporta la nutrición interior necesaria a la piel.
La piel de nuestro rostro está en constante exposición con el ambiente, y normalmente es a los 20 años cuando las primeras líneas de expresión se comienzan a notar, es aquí cuando debemos empezar a aplicar un Sérum en nuestra piel, aunque la edad no es por lo que nos debemos regir a la hora de utilizar el producto, sí lo debe ser si nuestra piel está deshidratada, con manchas o con problemas de acné.
Características de un Sérum facial
- Debido a la ligereza de su textura, este producto viene presentado en forma de emulsión, fluido o gel.
- Tiene acción específica, este puede ser antiarrugas, revitalizante o efecto lifting.
- Sólo necesitamos una pequeña cantidad, (dos o tres gotas de producto).
- Al momento de aplicarlo, se debe hacer en: rostro, cuello y escote.
¿Cómo se debe utilizar el producto?
Lo primordial antes de realizar cualquier rutina en nuestro rostro es la limpieza, luego de esto, es importante tener en cuenta que el Sérum facial es lo primero en aplicar, y después la crema humectante, pues si lo hacemos al contrario, la textura de la crema obstruiría los poros y el paso del resto de los productos.
Por último, no olvidemos que tanto la crema como el Sérum son productos complementarios, y que ninguno por sí solo es suficiente para hidratar la piel, además, utilizándolos de la manera correcta lograremos una piel radiante tanto por fuera como por dentro.